HABLAR CON SU ANIMAL DOMÉSTICO ES UN SÍNTOMA DE INTELIGENCIA

¡Mira quién habla!

Los dueños de mascotas -gatos, perros y conejos-, a menudo se encuentran en medio de largas conversaciones con sus amigos cuadrúpedos, expresándose en un lenguaje muy humano. Los amantes de los animales domésticos saben exactamente de lo que estamos hablando, y, admítalo, ¿cuántas veces los extraños lo miraron preguntándose qué diablos estaba pasando? Ahora puede estar contento de hablar con su mascota, porque estudios recientes confirman que las personas que hablan con sus mascotas son más inteligentes!

Algunas personas no pueden resistirse a los cachorros (o bebés) y empiezan a hablar con ellos, mimándolos y hablando dulcemente, diciendo cosas como “¿qué hiciste hoy?”, “Eres un niño tan guapo” o “¿comiste toda tu comida?”. Aunque los animales y los humanos no pueden mantener una conversación recíproca desde un punto de vista lingüístico, pueden comunicarse a nivel emocional, observando los ojos, la voz, los gestos y los movimientos del otro.

Hablar con su propia mascota, y por lo tanto dar características humanas a objetos inanimados, animales y plantas es un mecanismo conocido como “antropomorfismo”. No hay nada extraño o preocupante; esto es simplemente una necesidad de comunicarse y de tener compañía, hasta el punto de que, según un estudio de la Universidad de Chicago, en realidad es un signo de inteligencia e indica una mente creativa y elástica.

Una de las razones por las que solemos humanizar a los animales es que tendemos a reconocer y encontrar caras en todas partes y a ver expresiones faciales incluso cuando no las hay – probablemente ya lo habrá notado antes. Según el Dr. Nicholas Epley, profesor del Departamento de Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Chicago, este hábito muy humano de decodificar expresiones y sentimientos típicamente humanos en seres no humanos no es un signo de inmadurez o frivolidad, todo lo contrario: es un signo de una mente desarrollada, y por lo tanto inteligente.

Si a menudo se siente muy cerca de sus mascotas y le encanta hablar con ellos, su cerebro es ciertamente más activo que el de las personas que no lo hacen. Y esto también le ayuda a desarrollar una relación aún más especial con su amigo peludo!