¿Su amigo peludo es un poco movedizo y nunca se queda quieto? Si su perro es adulto o, mejor aún, un cachorro (educar a un perro joven es más fácil, por supuesto), nunca es demasiado tarde para enseñarle a permanecer quieto. ¡Nuestra amiga y entrenadora Elisa nos dice cómo hacerlo en algunos pasos sencillos!
El comando “Quieto” es ciertamente uno de los trucos más solicitados cuando los propietarios van al centro de entrenamiento de perros. Incluso cuando estamos paseando en la calle con nuestro perro y hay otras personas y animales domésticos, es normal preocuparse si se encuentra muy inquieto.
¿Qué necesita? Algunas golosinas y buena voluntad son más que suficientes!
Si su amigo peludo ya conoce la orden de “acostarse”, estará a mitad de camino. Si ese no es el caso, sólo asegúrese de que su perro siga su mano – la que tiene la golosina – mientras la mueve hacia abajo hasta el suelo. Comenzamos con la posición “abajo” porque es estática y es más fácil para su perro entender que debe permanecer así incluso cuando usted se está moviendo.
Así que, comenzando con la posición “abajo”, pídale a su perro que se quede, y rápidamente dé un paso atrás, luego regrese de inmediato y recompénselo con una golosina por haberse quedado quieto. Hágalo nuevamente, luego de dos pasos atrás, luego tres, y así sucesivamente. Es fundamental recompensarlo cada vez que él permanece en la posición apropiada, sin levantarse o moverse.
Lentamente comienza a moverse más y más, caminando en diferentes direcciones, incluso puede probar darle la espalda, pero nunca olvide recompensarlo.
Algunos perros pueden necesitar más repeticiones hasta que estén seguros mientras se quedan en la posición. Una vez que esto ocurra, puede pedirle que se quede incluso en presencia de estímulos externos más fuertes, como alimentos en el suelo o pelotas en movimiento – cosas que pueden distraerlo o tentarlo a moverse.