El Dogo de Burdeos no es ciertamente una raza de perro famosa, pero creemos firmemente que vale la pena conocerla mejor, no sólo por su larga y polémica historia, sino también por sus innumerables cualidades, que hacen de este aparentemente malhumorado perro un canino cariñoso que ama ser acurrucado y besado.
El Dogo de Burdeos es un perro atlético y potente con una estructura ósea y músculos muy definidos. Tiene una cabeza angular muy grande, con arrugas que le dan un aire de perro duro y experimentado. Su pelaje puede variar de marrón rojizo claro a caoba o rojo; un Dogo de Burdeos puede pesar hasta 55-60 kilogramos, un perro respetable de hecho!
Su primera mención se remonta a los Hunos, pero sólo siglos más tarde, más precisamente en 1863, fue oficialmente reconocido como una raza, durante una exposición canina en el Jardín d’Acclimatation, en París. En aquel entonces, estos perros eran utilizados como perros luchadores para ayudar a las tropas durante las guerras, y siempre se destacaban por ser valientes y corajudos.
Hoy en día, los Dogos de Burdeos no se utilizan afortunadamente para estos horribles propósitos. Pero todavía son protectores por naturaleza, y adoran hacer sentir seguros a sus dueños. No teman: el carácter de esta raza ha sido decididamente pulido y apaciguado a lo largo de los años, y hoy son perros equilibrados, afectuosos y muy sociables.
Este perro es muy ágil a pesar de su tamaño y peso. Estará gratamente sorprendido por su agilidad y agudeza durante el entrenamiento, y también es un campeón de la carrera en tierra y de sumergirse en el mar. A los Dogos de Burdeos les encanta el aire libre y estar rodeados de naturaleza. Para hacer al suyo feliz, alcanza con sacarlo a dar un paseo. Mire a nuestro modelo, lo feliz que se ve usando nuestro collar de cuero Giotto. Estos perros robustos pueden dar un poco de miedo, por lo que es mejor mantenerlos siempre a su lado con la correa, al menos mientras esté con otras personas.
Los Dogos de Burdeos son muy testarudos y seguros de sí mismos, y no soportan recibir órdenes, especialmente cuando se las da con dureza. Por otro lado, son muy precisos, educados y muy conscientes de sus propias capacidades, lo que significa que pueden distinguir lo que pueden y lo que no pueden hacer.
Las razas molosoides grandes no son fáciles de criar. Si usted está interesado en tener uno, deberá cerciorarse de que está listo para asumir algunos compromisos. A cambio, seguramente recibirá mucho amor y dulzura.